Si estás buscando una vivienda nueva, es muy probable que hayas oído hablar del término open house. Desde ARROYO HOUSE te contamos que lo más seguro es que lo hayas visto en alguna película o serie y es que su procedencia es más bien norteamericana. Aquí lo conocemos más por jornada de puertas abiertas.

Esta opción es muy atractiva tanto desde el punto de vista de querer vender una casa como si lo que quieres es comprar una. Evidentemente, esta técnica se usa en el sector inmobiliario y además en las áreas de marketing y ventas.

Así que si no sabes mucho del tema, este artículo que te presentamos en ARROYO HOUSE te interesa.

El principal objetivo del open house es mostrar en vivo las características y puntos fuertes de una vivienda y así despertar el interés de los futuros compradores.

Para llevar a cabo un buen open house, los profesionales inmobiliarios nos encargaremos de seleccionar a los candidatos más propensos a convertirse en potencial comprador y dejar que campen a sus anchas por la vivienda o bien que sea el propio agente inmobiliario el que los guíe.

Para ello, desde ARROYO HOUSE aconsejamos programar la visita disponiendo de un período de tiempo estimado, para que el posible comprador se familiarice con la vivienda.

Ahora bien, ¿cómo hay que organizar un open house o jornada de puertas abiertas?

Para garantizar el éxito de la jornada, hay que llevar a cabo una buena programación.

Es evidente, que la casa no debe estar habitada y lo más limpia, ordenada y preparada posible para ser vista en las mejores condiciones.

Una vez que nos aseguramos de esto, lo siguiente es avisar con tiempo, puesto que hay que marcar una fecha de visita con suficiente antelación para que los compradores puedan acudir, ya que de nada sirve un open house si no acude nadie.

Si es necesario, se puede recurrir a publicitar el evento mediante redes sociales y el portal inmobiliario, dando además todos los de la vivienda, para atraer a nuevos posibles compradores.

Como ya hemos comentado y desde ARROYO HOUSE recomendamos, hay que acondicionar la casa ya no solo con limpieza y orden, sino que también dando luminosidad a las estancias, usar música de fondo suave, aromatizar la vivienda con olores agradables…

Cuando lleguen las visitas, es aconsejable facilitar un folleto a modo de plano de la casa, con las medidas de las estancias para que se hagan una idea de como son las habitaciones sin muebles o de las posibles reformas que pueda hacer.

Resumiendo, aunque en ARROYO HOUSE sabemos que un open house se vea como una americanada, tiene muchas ventajas, todas ellas enfocadas tanto a aquellas personas que quieran vender sus casas, puesto que atraerá a posibles compradores y como desde el punto de vista del comprador, la de visitar “in situ” la que puede ser su nueva casa. Todo ello, respaldado por los profesionales inmobiliarios.